La religión como lenguaje de la cultura

La cultura como expresión de la religión

jueves, 14 de enero de 2010

¿Yetatore?

Una nota en el diario La Nación sobre la situación del embajador argentino en Haití narra lo siguiente:
"Llegué del aeropuerto a la residencia, entré a bañarme y a los pocos minutos todo empezó a moverse", le contó el embajador a su mujer. Habían pasado solo unas horas de su llegada a Puerto Príncipe y el fuerte sismo lo sorprendió como a muchos de los habitantes de la isla.”
Luego:
“Según cuenta su esposa, no es la primera vez que el embajador argentino pasa por un desastre de este tipo. "Estuvo presente en el terremoto de Chile en el año 1960, México en el año 1985 y en el de hace dos días", agregó. “
Siendo que estamos en Argentina, apenas leí esto pensé “pobre, ¡qué fama le va a hacer!”

Los primeros comentarios sobre la nota aparecidos en el sitio web del diario me dieron, rápidamente, la razón:

- “A don Ocampò hay que mantenerlo lejos. Es mufa diplomado”
- “100% YETA”
- “Traiganlo aca, por ahi le mueve el piso a la "doña" “
- “Mejor a El Calafate”
- “Ruego que en el futuro, no venga a vivir a Villa Urquiza...Jeje.”
- “Comparto el comentario, saludos.””
- “Me sacaste las palabras de la boca, Chile, Mexico, Haití...mucha coincidencia”
- “No se si decir pobre tipo, o este tipo es yeta!!! ... avisenme si lo destinan a Miami!”
- “Pense lo mismo. Se puede tener tanta mala suerte de sufrir 3 veces esta situacion? O habria que decir tan buena suerte como para sobrevivir 3 veces a tremendas catastrofes?”


Imágenes: Arriba, juego de cartas infantil, tomado de

sábado, 9 de enero de 2010

El más grande, el peor de todos....

Mientras vemos si el Gitano caerá más en la parte "religión" o "cultura" de este blog, resulta interesante leer dos interpretaciones absolutamente dispares acerca de sus méritos, como artista y como fenómeno social.
Martín Caparros y Osvaldo Bazán disienten en sendas contratapas del diario Crítica.

( Imagen tomada de la tapa del diario Z del 7 de enero de 2010)

A favor:
La pelvis de Gardel
Por Osvaldo Bazán, diario Crítica, 9 de enero de 2010
"¿Y si un solo movimiento de pelvis de Sandro hubiese resultado más útil a la revolución que todas las bombas que pusieron las organizaciones armadas de los 70? No, en serio…, ¿qué pasaría si las incitaciones carnales de ese jetón hermoso que se mordía los labios desparramando lascivia se descubren finalmente mucho más liberadoras, más igualitarias, más dañinas para la reacción descontrolada que gozó del poder todo a lo largo del siglo XX, que los copamientos, las cárceles del pueblo, las consignas esclarecedoras? ¿Qué ocurriría si se descubriese que el hombre nuevo no estuvo cerca de nacer en la toma de Monte Chingolo sino en ese coxis dislocado, en esa provocación hormonal a mansalva? La sociedad en la que explotó Sandro era una sociedad injusta y reprimida. Nunca dijo una palabra que pudiera ser confundida con una toma de conciencia frente a las injusticias sociales que lo rodearon. Sin embargo, le bastaron cuatro penetrantes miradas para romper barreras morales que nunca supieron diferenciar derecha de izquierda.
(...)
La libertad sexual siempre fue sospechosa para el poder y para quienes quisieron tomar el poder. Los hombres son verdaderamente libres sólo cuando son también sexualmente libres.
Sandro lo sabía.
Las organizaciones guerrilleras, no.
Quizás por eso él consiguió lo que las organizaciones, nunca: el cariño del pueblo. (...)"

La nota completa en
http://www.criticadigital.com/index.php?secc=nota&nid=35670


En contra:
El mejor argentino
Por Martín Caparrós, diario Crítica, 7 de enero de 2010
La muerte golpeó a la Argentina y los medios hablaron de Sandro más que nada. Lo curioso es que lo convertimos en algo que nunca fue. Para los argentinos es una suerte saber que al fin y al cabo nos morimos y nos convertimos en leyenda. Porque el mejor argentino, es el argentino muerto.
(...)
El señor Sandro fue un cantor con una voz agradable pródiga en gritos y susurros, una puesta en escena que rozaba la caricatura, la toqueteaba, la penetraba impune, un cuerpo atractivo y movedizo y esa cara de turrito seductor, que cantaba canciones tan poco originales –ajenas, al principio, y después copias– con una dicción rara, donde su ye porteña se transformaba en una elle for export sudaca. El señor Sandro no inventó nada; su aporte a la música consistió en un puñado de temas muy primarios que recordamos como se recuerdan los jingles de la infancia: con esa misma mezcla de nostalgia y displicencia y una pizquita de vergüenza... (...)

La nota entera en
http://www.criticadigital.com/index.php?secc=nota&nid=35636

jueves, 7 de enero de 2010

No queremos otro Rodrigo....


Según el diario Popular , se podrá visitar la tumba de Sandro, pero no dejar ofrendas (título). En el cuerpo de la nota (doble click para agrandar la foto y leerla) dice que "cualquier fan del Gitano puede visitar la tumba del ídolo. Eso sí, las autoridades del lugar prohibieron llevar cualquier elemento como ofrenda floral o cartas. La medida es acertada: el lugar no permitirá que los fans conviertan ese sitio en un santuario al estilo Gilda o Rodrigo...".
¿Tendrán miedo que le dejen bombachas y corpiños?